viernes, 31 de agosto de 2012

Amigas invisibles



No todo el mundo tiene la suerte de encontrar a las personas que más encajan con ell@s mism@s cerca. Esta es una de las grandes cosas que nos da internet, la posibilidad de establecer relaciones con personas al otro lado del océano, incluso al otro lado del mundo.

Cuando abrí el blog, sabía que eso iba a conllevar, además, conocer gente nueva pero, en ningún caso, podía imaginarme la cantidad de gente increíble que iba a encontrar por el camino. Y es que sois muchas con las que mantengo una relación más o menos regular aunque no necesariamente profunda, pero hay cuatro personitas que me han tocado el alma, que me han arrancado sonrisas en los peores momentos y lágrimas (de alegría) en tantos otros buenos.




A ellas, a vosotras, nenas, poco más hay que os pueda decir que no sepáis ya. Sois muy grandes y se os quiere, mucho.

Hace ya algún tiempo que decidimos hacer algo que suele hacer la gente "normal" en Navidad o en Reyes: el amigo invisible. A mí es algo que me ha gustado siempre, hacer regalos a deshora, sin necesidad de excusas y sin presiones. Veo algo que puede gustarle a alguien, tengo dinero, se lo compro, se lo doy. Punto. Así que la idea me pareció fantástica. ¿Qué mejor forma de demostrar mi cariño por estas chicas que haciéndoles un regalo "porque sí"?



jueves, 9 de agosto de 2012

Mi primera vez con...L'Occitane


Hace poquito que me ha entrado la curiosidad por los productos de L'Occitane, sobre todo, a raíz de la famosa bruma de almohada. Hace ya varios meses tuve la oportunidad de probar mi primer producto de L'Occitane de forma gratuita gracias a una promoción vía Facebook por la cual regalaron un tubo de 30ml de uno de sus productos estrella, la crema de manos con Karité.

Para aquell@s que, igual que yo, no estéis muy familiarizad@s con la marca, os comento un poco sobre su historia: L'Occitane nace hace casi 40 años cuando su fundador, Olivier Baussan, compra un alambique para elaborar sus primeros productos a partir de aceites esenciales y venderlos en los mercados de la Provenza. Cuatro años después, abre su primera fábrica en Francia y empieza la "aventura" de la manteca de Karité.